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Infraestructura como servicio y Plataforma como servicio: ¿cuál elegir?

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Infraestructura como servicio y Plataforma como servicio: ¿cuál elegir?

Dentro del mundo «como servicio», quizá la opción más conocida es la del Software como Servicio (SaaS). Pero existen otros dos formatos, tanto o más apreciados que esta en todo tipo de entornos empresariales: la Infraestructura como Servicio (IaaS) y la Plataforma como Servicio (PaaS). Lo malo es que en muchas ocasiones se desconoce lo que ofrece e implica cada una de estas dos modalidades. A continuación te desvelaremos todos sus secretos, para que no tengas dudas de cuál es el que necesita tu empresa a la hora de iniciar o expandir el uso de la nube.

Infraestructura como Servicio: definición y ventajas

El modelo de Infraestructura como servicio se utiliza para que un proveedor ofrezca servicios tecnológicos ensamblando la infraestructura de computación. A menudo esto se traduce en el montaje de máquinas virtuales, que pone a disposición de sus clientes a través de Internet.

Los proveedores de Infraestructura como Servicio, por tanto, ofrecen a sus clientes una plataforma a medida y a demanda que les permite desplegar y gestionar aplicaciones sin tener que comprar ni mantener ni hardware ni software. Lo que hacen es alquilar el acceso a los recursos físicos o virtuales que necesitan para realizar sus tareas y almacenar datos. Estos recursos pueden ir desde servidores y almacenamiento hasta virtualización y componentes de red.

Por tanto, los proveedores se encargan del mantenimiento de la infraestructura física, de las funciones de seguridad y de la capa de hipervisor. Esto incluye la gestión de accesos y de identidad. La empresa cliente es la que se encarga de la operación de sistemas, el entorno de ejecución, los datos y las aplicaciones de empresa.

Se trata, por tanto, de una modalidad de uso de hardware y software muy eficaz en costes, que además de permitir ahorrar a la empresa, le da la ocasión de preocuparse menos por tareas de mantenimiento y contar con más agilidad para el despliegue de infraestructura, que además se puede escalar a medida.

El ahorro que ofrece la IaaS a las empresas, ya que suele funcionar en modalidad de pago por uso, frente al modelo tradicional, se debe a que estas solo pagan por lo que utilizan en cada momento. No tienen que montar una infraestructura en local pensando en su uso futuro. Por eso ahorran en hardware, sistemas, middleware y software de aplicaciones. Además, el mantenimiento de todo esto lo lleva a cabo el proveedor. Menos costes por tanto en personal de mantenimiento de servicios.

El modelo IaaS también ahorra tiempo de despliegue. Como con un modelo de Infraestructura como Servicio no hay que montar equipos hardware ni perder tiempo equipándolos, se invierte menos tiempo en empezar a utilizar la infraestructura. De hecho, suele estar lista para ponder comenzar a ejecutar acciones sobre ella en unos minutos. Sin necesidad tampoco de perder tiempo gestionando los sistemas para ejecutar aplicaciones o trabajar con datos.

Eso sí, hay que tener cuidado de que contratar un servicio de Infraestructura como servicio no implique un gasto excesivo, hay que tomar ciertas precauciones. Entre ellas, dimensionar correctamente las necesidades que tiene la empresa en cada momento. Por otro lado, desactivar las instancias que no se utilizan y no hacer un bajo uso de ellas también contribuye a reducir la factura. También hay que recordar que realizar migraciones de aplicaciones sin ajustar su arquitectura para la infraestructura cloud, así como dejar activo almacenamiento no asociado cuando se desactivan las instancias puede subir la factura.

IaaS: escalable, flexible y ágil

La Infraestructura como Servicio es además altamente escalable, lo que quiere decir que las empresas pueden añadir o eliminar recursos con facilidad, a medida que vayan cambiando sus necesidades. Esto, sin duda, es una ventaja para las empresas que tengan una demanda variable. También para las que necesiten responder con rapidez a cambios en su entorno.

Esto, unido a las características anteriores, da a las empresas una gran flexibilidad para elegir el tipo y la cantidad de recursos que necesitan. También el punto en el que los recursos elegidos se desplegarán. Este nivel de control puede ayudar mucho a las compañías que tengan requisitos muy concretos en cuanto a infraestructura. Lo mismo que la posibilidad de desplegar con rapidez aplicaciones o servicios nuevos sin pasar por un proceso de compra complicado y largo.

Desventajas del modelo de Infraestructura como Servicio

Como sucede con todo, el modelo de Infraestructura como servicio también tiene sus desventajas. La primera es que las empresas, y sus departamentos de TI, no tendrán un control completo sobre la infraestructura que contraten. Eso puede ser un problema para compañías que tengan que cumplir unos requisitos muy concretos. Por ejemplo, los relacionados con la soberanía de los datos, que pueden requerir que estos se almacenen en un punto geográfico concreto.

Otro problema potencial que puede dar el modelo IaaS es ciertas dudas sobre su seguridad. Al no tener el control directo de la infraestructura, ni visibilidad completa sobre ella, puede que las empresas tengan menos capacidad de protegerla de amenazas. Esto preocupa especialmente a las compañías que tienen que gestionar datos sensibles. No obstante, hay ocasiones en las que un proveedor de IaaS suele ofrecer a sus clientes una postura sobre seguridad mejor que la que ellos podrían conseguir, por las dificultades técnicas y las relacionadas con los recursos.

Plataforma como servicio: qué ofrece a las empresas

A diferencia del modelo de IaaS, que únicamente proporciona infraestructura, el de Plataforma como Servicio ofrece a sus clientes que quieran migrar a un modelo de negocio cloud una suite de herramientas completa. Esto les aporta un nivel de control muy elevado sobre las operaciones, además de simplificar al máximo el sistema cloud que necesitan las empresas.

Esto quiere decir que, con un modelo PaaS, las empresas no necesitan tener su infraestructura o su software a mano para utilizar las herramientas que necesitan para funcionar. Los proveedores de sistemas de Plataforma como Servicio garantizan a sus clientes todas las herramientas cloud disponibles que necesites. El modelo PaaS es cada vez más común entre los proveedores cloud, y las principales plataformas de servicios en la nube, como Azure o AWS, ofrece PaaS entre sus servicios.

El uso de modelos de Plataforma como Servicio ofrece numerosas ventajas a las empresas. Una de las principales, al igual que en el de IaaS, es la reducción de costes con respecto a invertir en infraestructura propia y crear una plataforma cloud en local, y propia. Además, este modelo también permite un escalado ascendente y descendente rápido, en función de las necesidades que una empresa tenga en cada momento.

Por otro lado, las plataformas cloud que ofrecen los proveedores de Plataforma como Servicio se consideran seguras. Los proveedores suelen garantizar a las empresas almacenamiento digital privadas y permiten restringir el acceso a herramientas software que quieran acceder desde cualquier punto que elijan.

Las empresas que trabajen con PaaS pueden trabajar en remoto, desde cualquier punto, sin miedo a problemas de seguridad. Además, las Plataformas como Servicio suelen incluir herramientas colaborativas que permiten a los empleados de una empresa acceder a los sistemas y realizar varias tareas con distintas versiones de software tan a menudo como lo necesiten.

Desventajas del modelo PaaS

Un modelo de Plataforma como Servicio también tiene inconvenientes. Por ejemplo, en cuanto a seguridad, que aunque es una de sus ventajas también puede ser un inconveniente. A pesar de que las operaciones de negocio bajo PaaS suelen ser seguras, siempre hay riesgo de que el proveedor de Plataforma como Servicio pueda tener un problema de seguridad interno. Dado que todos los datos salen de un archivo cloud, un problema de este tipo podría derivar en una brecha de seguridad grave para los clientes.

Por otro lado, un modelo PaaS puede tener redundancias. Esto es, herramientas que las empresas no necesitan, por ejemplo, y que no se pueden eliminar de la plataforma. Esto lleva a que las empresas tengan que renunciar a un cierto nivel de control para conseguir un sistema mas sencillo y eficaz.

Las empresas también tienen que tener en cuenta que cada proveedor PaaS funciona de manera ligeramente distinta al resto. Así, una empresa que en algún momento quiera migrar sus operaciones, o utilizar las herramientas de un proveedor distinto puede toparse con que esa integración en concreto que quieren hacer es mucho más complicada de lo que parece.

No obstante, en general, el modelo PaaS ofrece más ventajas que inconvenientes para la mayoría de empresas. Especialmente para las más pequeñas, y para las que tienen menos recursos. Eso sí, antes de seleccionar un modelo cloud es necesario valorar tanto sus ventajas como sus inconvenientes.

En el caso del modelo de Plataforma como Servicio, las empresas pueden conseguir entre otras cosas un flujo de trabajo colaborativo gracias a sus opciones de colaboración, lo que aumenta la productividad. También más control sobre los permisos y los accesos al software, ya que las empresas que usen este modelo pueden dar o restringir el acceso a diversas áreas de la plataforma con facilidad. Así pueden decidir quién, cómo y cuándo puede cada empleado acceder a determinadas secciones de la nube.

Los sistemas PaaS, por otra parte, no son inamovibles. Por medio de código, automatización y herramientas software, las empresas pueden personalizarlos. Eso sí, no por completo. Hay parte de la plataforma que no admitirán modificaciones, lo que puede generar frustración.

Tanto el modelo IaaS como el PaaS no podrían existir sin la nube. Están ligados de manera directa. En el primer caso, permite que las empresas puedan contar con infraestructura virtual desplegada y mantenida por otros para sus despliegues de aplicaciones. Mientras tanto, en el segundo, la nube es la base que engloba tanto la infraestructura como las herramientas y aplicaciones. utilizar sobre ella. Por tanto, la nube es la base común a ambos sistemas, y funciona una vez más, como facilitador para las empresas.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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