Realidad virtual, las dudas de los desarrolladores

La última (por ahora) prueba del interés que suscita la realidad virtual se ha vivido la Game Developers Conference de San Francisco, un evento que reúne a desarrolladores de juegos y cuya organización se vio obligada a reubicar una conferencia sobre el tema a una sala de mayor tamaño de la prevista inicialmente, pues ésta se vio absolutamente desbordada por el número de asistentes interesados en la conferencia. Esto, sin duda, es un indicador del potencial que tiene esta tecnología, pero el punto de vista de muchos expertos afirma que, detrás del enorme interés que ha suscitado en toda la comunidad, todavía hay algunas dudas que hay que plantearse para determinar el futuro de la misma, según cuenta Computerworld.

Las ventas de hardware relacionado con la realidad virtual están aseguradas. Según Jesse Schell, CEO del estudio Schell Games, a finales de 2017 ya se habrán vendido más de 8 millones de dispositivos de VR de gama alta (Oculus Rift, HTC Vive y PlayStation VR), mientras que otros como Google Cardboard y Samsung Gear VR crecerán todavía más, creando un mercado de usuarios realmente amplio. Un mercado al que ya miran muchos desarrolladores, especialmente los centrados en juegos, ya que podría empezar a generar grandes beneficios en un corto plazo.

El problema viene dado porque, por ahora, la simple experiencia de ponerse un visor de realidad virtual y sumergirse en la misma ya es sorprendente. Sin embargo, en el momento en el que los early adopters dejen de sorprenderse por la naturaleza misma del funcionamiento de la VR, llegará el momento crítico, es decir, en el que empezarán a demandar a los desarrolladores y creadores de contenidos que éstos supongan un cambio real con lo que han conocido hasta ahora, y es ahí donde los profesionales consideran que todavía queda mucho por innovar. De momento las experiencias que ofrecen las apps de realidad virtual son bastante cortas y, algo muy importante en el campo de los juegos, no cuentan con elementos que inviten al usuario a volver. Una vez que has probado una app que te permite, por ejemplo, dar un paseo por varias calles de una ciudad, ya habrás visto todo lo que tiene que ofrecerte y, seguramente, ya no vuelvas a emplearla.

¿Y por qué no trasladar la experiencia de los juegos actuales a los futuros desarrollos de realidad virtual?

Pues, en muchos casos, por la salud estomacal de los jugadores. Aunque se han producido sustanciales mejoras al respecto, los movimientos rápidos siguen siendo una fuente de mareos para sus usuarios. Así, una partida a un first person shooter, en el que debes comprobar constantemente todo lo que ocurre a tu alrededor, en muchos casos acabará súbitamente con un pronunciado dolor de cabeza o, en el peor de los casos, de rodillas frente al inodoro pensando que ese café con magdalenas antes de la partida no fue tan buena idea.

Por otra parte, el imperante modelo freemium (juego gratuito, pero en el que puedes pagar para avanzar más rápido) tampoco encaja demasiado bien en el campo de la realidad virtual. En opinión de los desarrolladores la inmersión debe ser completa, realmente debes creer que estás en el entorno simulado, algo que se vería seriamente afectado si el jugador tiene que parar cada pocos minutos para realizar un micropago, ver un vídeo que le permita pasar de nivel, enviar mensajes a sus amigos de Facebook o, como hace la gran mayoría de los mortales, esperar diez o quince minutos para poder seguir jugando. La experiencia inmersiva se perdería por completo con estas constantes interrupciones.

Los fabricantes de hardware están empujando el mercado de la realidad virtual, pero ahora la gran responsabilidad recae sobre desarrolladores y creadores de contenidos, que tienen que encontrar la fórmula mágica que enganche a los usuarios, les haga una propuesta única e irrepetible en otros contextos, y consiga que las grandes expectativas que hay ahora mismo en todo el campo de VR se materialicen en productos concretos. Y no es un desafío sencillo en absoluto. Sin embargo si finalmente están a la altura de las circunstancias (y muchos cruzamos los dedos para que así sea) podemos estar cerca de nuevos planteamientos no ya sólo de juegos, sino de ocio en general, que revolucionarán por completo el modo en el que disfrutamos de nuestro tiempo libre.

Imagen: Fill