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Telefónica, 95 años al servicio de las telecomunicaciones

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Telefónica, 95 años al servicio de las telecomunicaciones en España

En la primavera de 1924 nació en España una compañía de Telecomunicaciones con la que en principio se pretendía dar servicios de telefonía fija a diferentes puntos del estado: Telefónica. Pero poco a poco, la compañía fue creciendo y diversificando su oferta, hasta convertirse en lo que es hoy en día: la compañía de telecomunicaciones más importante de Europa, y la quinta a nivel mundial.

En su nacimiento, producido oficialmente el 16 de abril de 1924, la empresa se denominaba Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) y tenía el monopolio del servicio de telefonía en España. Entonces su sede estaba en la madrileña calle de Conde de Peñalver, que luego pasaría a denominarse Gran Vía. En concreto, en el número 5. Su capital social era de un millón de pesetas de la época, cantidad que estaba representada por 2000 acciones ordinarias, cada una de las cuales tenía un calor de 500 pesetas. Entonces, su principal accionista era la compañía ITT. Era, por tanto, una empresa privada, fruto como algunas otras compañías españolas fundadas durante esa época, del intervencionismo económico que caracterizó la dictadura de Primo de Rivera.

Su primer presidente fue Estanislao de Urquío y Ussia, que estuvo al frente de la compañía durante más de 20 años, y uno de cuyos empeños era facilitar la comunicación entre las personas. Además de bajar barreras en cuanto a telecomunicaciones, Telefónica fue ya entonces una de las empresas pioneras en facilitar la incorporación de la mujer al mundo laboral.

Así, las encargadas de poner en contacto a quienes querían establecer comunicación telefónica eran las telefonistas, prácticamente todas mujeres, a las que popularmente se las denominaba «las chicas del cable». Como curiosidad, entre los requisitos que debían cumplir para entrar a trabajar de telefonistas en la compañía estaba tener una longitud de brazos mínima, para poder llegar a las clavijas más altas de su tablero de conectores con facilidad.

Casi desde el principio, además de dar conexión telefónica en el interior de España, la compañía facilitó las llamadas entre países, y sobre todo, las intercontinentales con el continente americano, zona en la que ha tenido siempre mucha presencia. La primera llamada entre España y América, de hecho, se produjo antes de que terminase la década de los años 20: el 12 de octubre de 1928. Entonces, el Rey Alfonso XIII y el Presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, mantuvieron la primera conversación telefónica entre los continentes. Ese mismo año se instala, también en Madrid, la primera cabina pública de teléfonos. Se colocó en el Parque del Retiro.

Por aquel entonces, el 1 de enero de 1930, se inauguró también la sede definitiva de la compañía, que hoy está situada en el número 32 de la Gran Vía madrileña, y que en la actualidad es la sede social de la Fundación Telefónica. Entonces, la compañía contaba ya con unas 40.000 líneas de abonados en toda España. Y aunque la guerra frenó bastante su expansión, pronto comenzó a recuperarse.

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La compañía dejó de ser pública para pasar a ser propiedad del estado en 1945, cuando el estado adquirió una participación en su accionariado del 79,6%. Para 1960, la Telefónica era la primera empresa de España. Tenía unos 32.000 empleados y contaba con unos 100.000 pequeños accionistas. En 1967 inició las comunicaciones por satélite, y ese mismo año se llevó a cabo una ampliación de capital, en la que la participación el estado quedó bastante más diluida.

Durante esa década y la siguiente, Telefónica realiza un gran despliegue de infraestructuras. Así, antes del fin de los años 60, pone en marcha diversas estaciones de comunicaciones. Entre ellas, una en la localidad madrileña de Buitrago de Lozoya, que desde sus primeras etapas fue clave para el establecimiento de comunicaciones con la NASA.

Primeros pasos en transmisión de datos

Ya en la década de los 70 del siglo pasado, en 1971, Telefónica empezó a dar sus primeros pasos en el mundo de la transmisión de datos, además de la voz. Ese año, la compañía puso en marcha la primera red especial de transmisión de datos de Europa. En 1973 tenía ya un capital cercano a los 85.000 millones de pesetas, y en 1978 instaló el teléfono número 10 millones. La llegada de la democracia no supuso ningún cambio inmediato en la estructura accionarial de la compañía, que siguió siendo una compañía pública durante unos años más.

Mientras, Telefónica salió a bolsa en Wall Street en 1987, y en 1989 fue una de las compañías que participó en la construcción del satélite Hispasat. Y llegó la década de los 90, que iba a marcar un antes y un después para la compañía. El primer paso fue un cambio de nombre al empezar la década. Entonces pasó a denominarse Telefónica SA. Para continuar, Telefónica entró en Chile y Argentina. Y también en 1990 se lanzó de lleno a la telefonía móvil con MoviLine, un servicio de telefonía móvil analógica.

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En tres años, Telefónica logró cubrir casi el 100% del territorio nacional con ella. Justo un año después, en 1994, entra también en Peru. Y pone en marcha Movistar, su telefonía móvil digital. En 1995 se dan los primeros pasos para la privatización parcial de la empresa. Entonces se lleva a cabo la primera de las dos privatizaciones que desembocaron en la salida del estado de la compañía, aunque hasta bien entrada la primera década de este siglo siguió manteniendo la acción de oro en la compañía. Ese mismo año también entra en el incipiente sector de Internet comercial. Para ello pone en marcha el servicio Infovía.

Llegan la privatización y la competencia

En 1996 empiezan también los cambios ajenos a la compañía, pero que la afectan directamente. Entonces da comienzo el proceso de liberalización en España del sector de las telecomunicaciones. Esto implica que empresas como Airtel, que luego desembocó en Vodafone, y Amena, que luego pasó a ser parte de Orange, entraron en el sector de la telefonía móvil en España y se convirtieron en sus competidoras.

En 1999 se produce la segunda fase de la privatización de la compañía. Y también el lanzamiento de la conexión a Internet mediante banda ancha de Telefónica, con ADSL. Paralelamente, Telefónica seguía su expansión por Iberoamérica, llegando también a mercados como Brasil.

César Alierta

Con el nuevo milenio, Telefónica se lanza de lleno al mercado de Internet. Y también a Sudamérica. En el año 2000 se hace con el control total de Telefónica de Argentina, Perú y Telesp y Tele Sudeste en Brasil. En 2003 crea con Portugal Telecom Vivo en Brasil, y en 2004 compra los activos de BellSouth en América Latina. Al mismo tiempo, en España, ya con César Alierta de Presidente, se lanza Imagenio en 2003.

En 2005, Telefónica entre en el accionariado de China Telecom con una compra del 5% de sus acciones. Además, compra Cesky Telecom. Entre 2006 y 2009 Telefónica se expande de manera exponencial. Compra los activos de O2 en Reino Unido, Alemania e Irlanda. Además, ese mismo año le adjudican la licencia de móvil en Eslovaquia. También compra el 51% de Colombia Telefcom. Un año después de alía con Telecom Italia y se hace con el 10,47% de los derechos de voto en ella.

Movistar, Álvarez-Pallete y el futuro de Telefónica

En 2009 llega Movistar, una apuesta que significa la reunificación de todos sus productos bajo dicha denominación. A partir de entonces, Telefónica queda para le nombre de la empresa y como denominación institucional. Con la entrada en una nueva década, sigue su expansión. En 2010 compra Hansenet en Alemania, Jajah en Israel y Tuenti en España. Además, compra a Portugal Telecom su participación en Brasilcel, lo que le da el control de Vivo.

En 2011 se hace con la licencia de móvil en Costa Rica, y al año siguiente vende la mayoría de su participación en China Unicom. En 2012 inicia la OPV de Telefónica Alemania y vende Atento. Son los primeros pasos de la compañía para desinvertir en servicios y activos que no les resultan rentables, de cara también a una reducción de su deuda. Así, en 2013 se deshace del 40% de sus activos en Centroamérica y en 2014 de Telefónica Czech Republic, de su participación en Telecom Italia y de Telefónica Irlanda. Pero ese año también se va de compras, y se queda con E-Plus en Alemania y con DTS (Canal+) en España.

Álvarez Pallete Telefónica

En 2016, año en el que vende el resto de la participación que todavía tenía en China Unicom, Jose María Álvarez-Pallete sucede a César Alierta al frente de Telefónica. Con él llega una nueva etapa, caracterizada por la racionalización de los recursos. En 2017 se aumenta la participación de la compañía en Telefónica Alemania. También se crea Telxius, del que se vende una parte en 2018 a la inmobiliaria de Amancio Ortega, Pontegadea. Ese año también se vende Antares, y ya en 2019 se ha formalizado la venta de la práctica totalidad de activos de la compañía en Centroamérica, así como de muchos de sus centros de datos. Todo sin dejar de crecer en servicios y en presencia en diversos mercados.

En la actualidad, Telefónica es una compañía que ha conseguido reducir gran parte de su deuda, y que cuenta con presencia en multitud de países de todo el mundo y más de 100.000 empleados. Su papel principal sigue siendo el mismo que cuando dio sus primeros pasos hace 95 años: proporcionar a los usuarios todo lo necesario para que puedan establecer comunicaciones, aunque ya no sólo a través de la voz o de un teléfono fijo. Ahora también lo hacen a través de un móvil y de los datos.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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