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Los chips fotónicos viajarán de Galicia a China pero, ¿para qué se utilizan?

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La revolución que se vivió en los años 60 con la irrupción de la fabricación de microchips para la electrónica de radio y televisión se viene viviendo, multiplicado por mil, desde los años 90 en la fabricación de microchips para la fibra óptica y la utilización de la luz como elemento de transmisión por medio de circuitos integrados. Estos nuevo microchips son conocidos como los chips fotónicos y se prevé que en 2025 la industria encargada de su fabricación alcance un crecimiento anual del 49%.

España y China están apostando fuertemente por la tecnología de chips fotónicos. Las ayudas Perte del Estado están siendo bien encajadas por la ciudad gallega de Vigo para emprender la construcción de fábricas de chips fotónicos. Esta nueva industria favorecerá a la investigación y a la atracción de otras empresas al lugar.

Es algo muy positivo, ya que la pandemia provocó que los centros de producción de microchips parasen por completo sus cadenas, por lo que se generó un desfase entre la oferta y la demanda, lo que originó la subida desorbitada de los precios. Si se consigue que la industria de chips fotónicos se canalice hacia empresas más pequeñas, como la de Vigo, se logrará crecer de forma diferencial.

Se prevé que la primera línea de producción de chips fotónicos de multimaterial y tamaño cruzado se prevé que llegue a la ciudad china de Pekín en 2023 de la mano de la empresa Sintone. Estos chips no se producen actualmente a gran escala en ninguna parte del mundo, por lo que colocarán a Pekín a la vanguardia del mercado.

De 2015 a 2021, el mercado nacional de chips fotónicos creció de 800 a 2,08 millones de dólares, con un crecimiento anual de más del 15%.

Su fabricación supone menos requisitos estructurales que en el caso de los chips electrónicos, ya que no precisan de máquinas de litografía de alta gama como la litografía ultravioleta extrema. Por eso en China podrían valerse de materias primas ya existentes para poner en marcha los chips fotónicos.

Hay que recordar que un circuito integrado fotónico o circuito óptico integrado es un microchip que contiene dos o más componentes fotónicos que constituyen un circuito funcional. Con esta tecnología se transporta y procesa la luz por medio de fotones, lo cual se diferencia con los circuitos integrados electrónicos que usan para ello electrones.

Además les diferencia que el circuito integrado fotónico genera funciones para señales de información impuestas en longitudes de onda óptica, normalmente en el espectro visible o cerca del infrarrojo.

Su principal uso

La fotónica se ha convertido en una rama tecnológica tan desarrollada e integrada en nuestro día a día que ni siquiera somos conscientes de su presencia. Los chips fotónicos han evolucionado de la mano de la red de cableado de fibra óptica, que nos permite mantener conversaciones a distancia en tiempo real, es decir, procesan información mucho más rápido.

La fotónica aparece integrada en nuestro día a día en sensores de fibras o espectrómetros, sensores de gases o microfluídica médica. Los chips fotónicos se usan para láseres de impresoras 3D, mandos a distancia o sensores de colisión de vehículos

Por ejemplo, ¿sabías que gracias a los chips fotónicos sería posible obtener una proyección sobre tumores y su capacidad de sufrirlos en el futuro? ¡Y solo empleando una gota de sangre!

En pocas palabras, los chips fotónicos ofrecen velocidades de transmisión más altas que los chips electrónicos, por no hablar de que consumen menor cantidad de energía. La velocidad de cálculo y la tasa de transmisión son 1.000 veces superiores a las de los chips electrónicos.

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