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Opinión

Compro, vendo… el bazar de los proyectos de Tecnologías de la Información

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El director de negocio llamó a Cantinflas para encargarle una importante misión: implantar un proyecto complejo de Transformación Digital de la compañía. Era un proyecto estratégico. Cantinflas se puso manos a la obra. Identificó que precisaba un proveedor solvente y dotarse de los recursos adecuados para acometer los desarrollos.

Realizó un proceso de selección de proveedores exhaustivo y riguroso. Los proveedores presentaron sus ofertas. Eligió, de forma consensuada con la organización, el idóneo para la importante misión. 400.000 euros de proyecto. Estaba contento con el rigor en la propuesta de colaboración presentada. Ofrecía todas las garantías.

El siguiente paso consistía en cerrar la negociación por el departamento de compras. Esta se celebraría a través de subastas electrónicas. Ocurrió algo sorprendente.  Se le dieron cuatro vueltas al proveedor en el proceso de negociación y, al final… nació la criatura. Un proyecto de 200.000 euros manteniendo las mismas fechas. Misterios de la vida. Todo el mundo contento. Superada la primera fase.

Cantinflas intentó explicar los riesgos de haber estresado tanto al proveedor. “Nadie da duros por pesetas”, decía. “lo barato sale caro”… Se firmó el contrato. Todos parecían contentos… menos Cantinflas. ¿Cómo puede ser que se haya reducido a la mitad?

Segunda parte de la planificación del proyecto

El siguiente paso consistía en dotarse de los recursos más adecuados para el proyecto. Cantinflas preparó la oferta de trabajo para buscar el talento adecuado, subcontratando los servicios a empresas de selección. Se necesitaba un ingeniero informático con más de 20 años de experiencia y dominio de idiomas y del negocio. Finalizado el proceso, Cantinflas ya tenía a “su persona”: 150 euros por hora.

Presentó a su candidato para el proyecto. “Te has vuelto loco” le dijeron.

Cantinflas intentó justificarlo. “Lo barato sale caro”, volvió  a decir… Decidió cambiar la oferta de trabajo. Ahora ya no buscaba a un ingeniero… buscaba a un técnico con formación profesional de dos años de experiencia. La tarifa: 23 euros la hora… se le aceptó la propuesta.

Solo quedaba subcontratar los servicios de integración con los sistemas. Cantinflas no se lo pensó dos veces. Subcontrató 10.000 horas de trabajo a 10 euros/hora en India. Al presentarlo en la organización, se lo aceptaron rápidamente y le felicitaron.

Ya tenía los ingredientes para el éxito del proyecto: 200.000 euros (la mitad de lo estimado), un técnico a 23 euros hora y 10.000 horas, a 10 euros/hora en la India.

Todos estaban satisfechos… y habían cumplido los objetivos individuales de sus departamentos. El departamento de compras hizo una negociación de éxito. A nivel financiero, el proyecto de inversión encajaba en los presupuestos, el proveedor había formalizado la venta, el personal subcontratado era barato, la empresa de selección había cobrado sus honorarios… Además el proyecto contaba con una planificación aceptada por todos. Ya solo quedaba ponerle una etiqueta de “proyecto ágil”, para que nada pudiese fallar y bautizar el proyecto con un nombre rimbombante.

Cantinflas se fue a dormir y mientras dormía repetía “lo barato sale caro…”, “lo barato sale caro…”

Francisco Jose Martin Moreno Carnero

Post extraído del perfil de Linkedin de Francisco José Martín-Moreno Carnero, nuevo colaborador de MuyComputerPRO. Francisco José es consultor y profesional de las TIC, con experiencia en la gestión de alto nivel de la industria tecnológico y los procesos de negocio. Sus áreas de especialización abarcan las utilities, construcción, banking e industria hotelera. Actualmente, trabaja desempeñando funciones de PMO y Project Manager en una empresa tecnológica en el sector financiero.

 

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